#RetoRayBradbury - Semana 16-
El Hombre Viejo iba caminando despacio por la calle, con la Cruz al hombro, esperando poder descansar. A su alrededor, todo los miraban: mujeres llorosas y sonrientes, niños con helados y dulces, hombres con cerveza y camisas con su imagen en una celebración que se le antojó algo horrible. ¿Cómo era posible que disfrutaran con su sufrimiento? Miró por un segundo sus pies, hinchados y sangrantes, llenos de ampollas por el calor y sintió un calambre en sus hombros, pero no podía detenerse; la Cruz era muy pesada para él y nadie se acercaba a ayudarle. La gente le chiflaba y gritaba palabras de apoyo, pero con un dejo burlón y una sonrisa oculta entre labios. Al Hombre Viejo le repugnó. La calle era amplia y la multitud había hecho un sendero para él, una línea que no podía dejar de seguir hasta el último minuto. Bajo el sol del mediodía, el...