Una Sonrisa.
Describir una sonrisa es, por demás, cosa difícil. Hay en el mundo cientos, sino miles de sonrisas, pero hoy, quiero hablar de una única sonrisa. De la tuya.
He visto en este tiempo infinidad de sonrisas tuyas, cada una diferente a la anterior, y todas ellas hermosas y llenas de vida: la sonrisa coqueta de tus fotos, de lado, mientras muestras un poquito más de un lado de tu rostro; la sonrisa graciosa de una foto que no esperas, esa en la que cierras los ojos y frunces un poquito el ceño con gesto adorable. La sonrisa de esa altanería tan tuya en la que cierras los ojos, satisfecha, levantando la barbilla ligeramente.
Tienes también otra sonrisa en la que muestras tus dientes, esa sonrisa tan ancha y alegre que me llena el corazón, en la que ríes con fuerza y después me miras con esos ojos tan tuyos, tan llenos de cariño y amor que a veces me abruman y siempre me llenan de alegría. Tu sonrisa de satisfacción, de paz, en la que apenas y mueves tus labios, pero concentras tu mirada en un único punto; o aquella en la que miras algo que te emociona, esa breve sonrisa pasmada antes de llegar a la emoción, de soltar el pequeño gritito que te acompaña mientras replicas cuan lindo es lo que miras.
Sé muy bien que tú no muestras tu sonrisa a cualquiera, que las cuidas y las guardas con celo y qué pueda verlas me hace inmensamente dichoso y afortunado, porque me consideras digno de tu confianza y cariño, tanto así que me das un hermoso regalo cada día que puedo verte y abrazarte, en cada momento en el que me pierdo en la paz de tus ojos y de tus brazos: me regalas una de tus sonrisas.
Comentarios
Publicar un comentario