Una cinta muy especial
Para quienes sean demasiado jóvenes para
recordar, lo que está en la imagen es una cinta de VHS, el precursor del DVD.
Durante los años noventa y principios del nuevo milenio, ésta era la única
forma de ver tus películas favoritas en la comodidad de tu casa. En ese
entonces habían tiendas para comprar, vender y rentar estas cintas, algo que ya
no se hace en estos días. La familiaridad del ciudadano promedio con el VHS y
su antecesor, el Betamax, era tanta que, cuando el Famicom fue lanzado en
Occidente, fue alterado para que pareciera más una videocasetera.
Pero se preguntarán: ¿Qué tiene esta cinta de especial? Bueno, puede que esté equivocado, pero para mí, esta cinta representa algo que miles de personas hacen en todo el mundo, con la ayuda del internet. Esta cinta es el primer Let's Play que vi en la vida.
Hace ya casi 15 años, no era muy fan
de los videojuegos. Tenía un PS1 y un N64, sí, pero prefería jugar más con mis
figuras de acción y demás; el gusto a los videojuegos vino con la edad. En ese
entonces, mis abuelos y yo visitábamos regularmente a la hermana de mi abuelo,
la cual tiene cuatro hijos. Uno de ellos, en especial, era un ávido gamer y
hasta donde sé, aún lo es hoy. Su nombre es Héctor.
Mi tío Héctor tenía la colección de
videojuegos más grande que yo hubiese visto nunca en aquel entonces: un estante
lleno de juegos de PS1 en perfecto estado, el cual comenzaba a llenarse también
con algunos juegos de PS2, que apenas empezaba su ciclo de vida. Fue
precisamente mi tío Héctor quien me inculcó el amor y asombro por los
videojuegos: sin ir más lejos, por él descubrí el género RPG cuando me regaló
una copia de Final Fantasy VIII y quedé absolutamente maravillado.
En fin, cierto día, mi tío sacó una
cinta de su videocasetera y me la entregó; me dijo que había grabado un juego y
que podíamos verlo, así que cuando regresamos a casa, puse la cinta en nuestra
videocasetera y tras unos momentos en los que pasaba el menú principal,
apareció una de las escenas que cambiarían mi apreciación por los videojuegos para siempre.
La cinta tenía grabada un playthrough
de Legacy of Kain - Soul Reaver hecho por mi tío; la cinta no llegaba muy
lejos, puesto que se detenía justo a la entrada de la zona de Dumah, pero
muchas, muchísimas veces en mi infancia, ponía la cinta y miraba la escena
inicial una y otra vez; veía el avance de mi tío y me asombraba de la calidad
del juego. Para un niño de 10 años, ver cómo un vampiro misterioso que cubría
la ausencia de su quijada empalando vampiros era algo tan brutal como impresionante.
La cinta dice enfrente: "Legacy
of Kain Soul Reaver: The Movie (1era Parte)". Podía pasar horas viendo la
cinta igual que una película y nunca me cansaba de verla; no fue hasta mucho
tiempo después que pude jugar y terminar el juego, pero para ese entonces,
estaba encantado por la historia, los personajes y el juego en general. Ahora
que ha pasado tanto tiempo, veo esta cinta como una reliquia: una verdadera
reliquia moderna de lo que quizás fue uno de los primeros Let's Plays que jamás
hayan existido.
Esta cinta tiene un valor especial
para mí. No sólo me introdujo a uno de mis videojuegos favoritos de todos los
tiempos, sino que también me hizo explorar el juego de una forma que no había
visto antes: como un verdadero espectador, absorbiendo todos los detalles que
aparecían en la pantalla.
Quizás la cinta ya no funciona ahora
mismo y si pudiera, me encantaría tener una videocasetera para sentarme a
verla, pero tiene un valor incalculable para mí. Hoy
en día es muy natural ver a la escena del Let's Play en toda su forma en
Youtube, pero para inicios del año 2000, esto era algo que te sorprendía
muchísimo. Así que, en parte, debo agradecerles a mi tío y a esta cinta por
convertirme en la persona que soy ahora. En el gamer que soy ahora.
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